Escapando entre los dedos...
¿Qué pasaría si los peces hablaran?. Debe ser triste nacer en medio de aquel azul inmenso, gozar de libertad para danzar entre las olas, descubrir la belleza del fondo marino
para que un día cualquiera amanezcas en un cuadrado de 1 metro de anchura, y poco menos de alto, quizás en una especie de burbuja no demasiado grande, o lo que es peor, en una bolsa de plástico con un poco de agua y camino a no se donde
Todos en algún momento de nuestra vida sentimos que vemos la vida a través de un cristal sin posibilidad de acceder al otro mundo, impedidos por un muro transparente que pone límite a nuestros deseos, o bien sabemos que caminamos en aquella dirección pero desconocemos el lugar de destino.
El pez, frágil a simple vista, con color propio, resbaladizo, ha sido condenado a hacer una vida en círculo, no puede hacer otra cosa sino girar dentro de aquella esfera, añorando el empujón de una ola, el olor a sal marina, al fin y al cabo nuestra vida también forma parte de un círculo, en el que antes o después volvemos a encontrar algo que dejamos atrás hace tiempo.
Sin embargo, nos queda una última posibilidad comunicarnos. Podemos hablar, pedir ayuda, y acabar con el silencio que mata nuestra ilusión. ¿Pero qué puede hacer ese pez?. Solo seguir girando y girando siempre en silencio, observando todo lo que ocurre a su alrededor, sin poder compartirlo. ¿Cuántos secretos guarda un pez?
Saludos de una piscis resbaladiza.
Todos en algún momento de nuestra vida sentimos que vemos la vida a través de un cristal sin posibilidad de acceder al otro mundo, impedidos por un muro transparente que pone límite a nuestros deseos, o bien sabemos que caminamos en aquella dirección pero desconocemos el lugar de destino.
El pez, frágil a simple vista, con color propio, resbaladizo, ha sido condenado a hacer una vida en círculo, no puede hacer otra cosa sino girar dentro de aquella esfera, añorando el empujón de una ola, el olor a sal marina, al fin y al cabo nuestra vida también forma parte de un círculo, en el que antes o después volvemos a encontrar algo que dejamos atrás hace tiempo.
Sin embargo, nos queda una última posibilidad comunicarnos. Podemos hablar, pedir ayuda, y acabar con el silencio que mata nuestra ilusión. ¿Pero qué puede hacer ese pez?. Solo seguir girando y girando siempre en silencio, observando todo lo que ocurre a su alrededor, sin poder compartirlo. ¿Cuántos secretos guarda un pez?
Saludos de una piscis resbaladiza.
0 comentarios